2006/03/04

LA CONSTRUCCION EUROPEA

Nicolás Sartorius


Cuando me invitaron a la Fundación Sindical de Estudios, me propusieron que pronunciara una conferencia sobre “hacia dónde va Europa”, yo empezaría casi con un chiste: ¡eso me gustaría a mí saber!, en todo caso, voy a intentar decir hacia donde debería ir. Resumiendo mucho, aunque luego volveré sobre el tema de Francia, creo que en Francia lo que ocurre no es sólo un problema de “miseria compleja”, que también, sino que se ha ido deteriorando la situación social. El Estado de Bienestar, durante los últimos años, ha ido retrocediendo, se han ido recortando ayudas, todo esto ha golpeado con más fuerza a los barrios más desfavorecidos donde vive gente que procede de otros países, pero que ya son franceses, con situaciones de desempleo, de fracaso escolar, de viviendas insuficientes..., y en un momento determinado explota y se crea una situación bastante ingobernable.No creo que acertemos diciendo solamente que es un problema de inmigración. No es un problema de inmigración, no es un problema de integración -de todas maneras hay que distinguir a los que realizan los actos vandálicos con los que participan en la protesta general-, porque los chicos que protestan son franceses, sus padres son franceses, sus abuelos procedían de Argelia, Marruecos o de Túnez; pero ellos son franceses.Refiriéndome al título de la conferencia, creo que en estos momentos en Europa estamos varados, atascados. El No a la Constitución en Francia y en Holanda ha frenado un proceso que ahora se ve que no tenía un recambio fácil, por lo menos hacia la izquierda, sino que más bien lo puede tener hacia la derecha. “Si decimos No a esa Constitución vamos a tener una situación mejor”, decían algunos. La experiencia es que vamos a peor. Yo creo que no se sabe muy bien para donde tirar, estamos en un período de reflexión después del No francés y holandés y sería bueno utilizar este período para debatir con los ciudadanos qué queremos hacer de Europa en el futuro; es decir, pasar de una concepción Europea muy elitista para intentar que haya una participación más amplia de la ciudadanía, de los sectores sociales, de las organizaciones. ¿Hacía donde vamos?. No es suficiente con decir que no, hay que ofrecer alternativas en este momento. Creo que la Unión Europea tardará unos años en aclararse, al menos un par de años. El tema de la Constitución depende mucho de lo que pase en las próximas elecciones francesas. Hay quien dice que tendría que irse a un nuevo referéndum con algunas aclaraciones interpretativas de los aspectos menos aceptables para la ciudadanía francesa, que no cambian el Tratado Constitucional, pero que se pudiese de alguna manera repetir el Referéndum, porque otras opciones son bastante difíciles. Se está pensando en una nueva Convención, yo creo que eso va a ser imposible.Una reforma del Tratado Constitucional también es complicada porque ya hay 14 países que hemos votado que Sí, ¿cómo se les dice a los ciudadanos que tendrían que volver a votar?, es un lío intentar modificar el texto, con lo cual atascar la Constitución Europea ha sido, en mi opinión, un golpe muy serio a la construcción europea, a pesar de las críticas que se le pudiera hacer a ese Tratado en algunos aspectos. Creo que si se hubiese aprobado en Francia y Holanda la situación sería distinta, habría un horizonte más despejado.De cara al futuro, la situación se está poniendo difícil por diferentes causas. La primera de todas es que la ampliación hacia los países del Este y hacía Turquía y otros, hacen todo más complejo más difícil. Es decir, una construcción a 25 y luego con Bulgaria y Rumania -que también quieren entrar, junto con algunos países balcánicos- hace cada vez más complicada la construcción europea. Creo que la ampliación se ha hecho precipitadamente, y se ha hecho por intereses internos de algunos países, sobre todo de Alemania, por una especie de temor a que se Rusia se pudiera recuperar y pudiese poner obstáculos para que países de su influencia pudiesen entrar. Se ha ampliado sin haber profundizado en lo que es la construcción europea, me parece que eso ha sido un error que estamos pagando y lo vamos a pagar; son países con rentas muy inferiores a la media de la Unión Europea de los 15; con problemas de seguridad totalmente distintos, con ideas diferentes, con mayorías políticas distintas. No tenemos nada más que ver el ejemplo de Polonia, que es el país más importante de los que entran con la ampliación, y es un país en el que en este momento litigan dos fuerzas políticas que se han enfrentado en las últimas elecciones: una de derecha y otra aún más de derechas -ahí la izquierda ha desparecido cuando estaba gobernando, por la corrupción y por otra de serie de causas ha pasado al 9% de votos-, por tanto, construir una Europa con países así es muy complicado; o en Chequia, por ejemplo, donde el presidente del país dice que hay que salirse de la Unión Europea, cuando hace poco que han entrado, y aliarse con EE.UU. -que son los serios, los fuertes y lo que funciona-. Además, tenemos situaciones como en Italia, con Berlusconi, que esperamos que se modifiquen en las próximas elecciones; y una situación en Alemania donde se ha creado un Gobierno de gran coalición que ya veremos lo que da de sí; o el caso de Francia, donde me temo que también puede ser una pugna entre candidatos de la mayoría de la derecha; aunque la izquierda está remontando. Es decir, no es una situación brillante la que hay, lo que no quiere decir que no se pueda modificar en el futuro. En la economía nos encontramos con que no va bien, y no va bien en los países centrales. Europa crece poco -está creciendo a un 1,8% - 1,7% en los países más importantes. Alemania ya ha dejado de ser la locomotora y el único que está creciendo más es España, con ese 3,5%, pero España no es un motor determinante. Los motores son Francia, Alemania y, en su caso, Inglaterra, pero esos países no están creciendo suficiente y eso dificulta el desarrollo de Europa.Tenemos un tercer factor a considerar, que es la globalización. La globalización o mundialización está siendo demasiado “liberal”, donde se imponen criterios “no liberales” y surgen reflejos nacionales o nacionalistas, es decir, la gente quiere protegerse de la mundialización sobre la base de volver a defender lo suyo, a defender su espacio, y eso no es algo que facilite el desarrollo de una Unión Europea como comunidad. Si la Europa política no avanza acabará retrocediendo la económica.

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